El Jueves Santo, a las 23,00h. Hora Santa, nos acercamos todos los presentes mediante la oración, al Huerto de los Olivos, donde pudimos ver a Jesús poseído por la tristeza, pero sin dejar de hablarle al Padre, orando fervorosamente con sudor de sangre y aceptando su misión, dando plenitud a la voluntad del Padre. Una Hora Santa donde nos conmovió el alma.
A continuación se iniciaron los turnos de vela ante el Monumento. Hemos de decir que ha sido una adoración muy participativa durante toda la noche.
Gracias Jesús por entregarte y hacer la voluntad del Padre, gracias por ese amor tan grande.
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